“Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás” (Jn 6, 35).

“Acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios” (Rm 15, 7).

“Acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios” (Rm 15, 7).

“Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados” (Si 28, 2).

“Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados” (Si 28, 2).

“Les digo, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 19-20)

“Les digo, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 19-20)

“Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 21)

“Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 21)

“En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios” (2 Co 5, 20).

“En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios” (2 Co 5, 20).

«Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor» (Jn 15, 10)

“Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Como yo los he amado, ámense también los unos a los otros” (Jn 13, 34).

«Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor» (Jn 15, 10)

“Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Como yo los he amado, ámense también los unos a los otros” (Jn 13, 34).

“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8).

“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8).

 «Jesucristo, único cimiento de la Iglesia» (cf. 1 Co 3, 11)

  «Jesucristo, único cimiento de la Iglesia» (cf. 1 Co 3, 11)